Papá y mamá noche y día
están los dos trabajando.
Yo voy a clase, y tú, Giang,
te quedas solita en casa.
Hermanita, yo te pido
que no te alejes jugando
de la puerta.
Si camino paso a paso hasta el recuerdo más hondo, caigo en la húmeda barranca de Toistona, bordeada de helechos y de musgo entrañable. Allí...