Alegre como alondra madrugadora,
locuela como pluma que viene
y va,
yo soy la campanita que da
la hora.
¡Din, dan, din, dan!
Alegre como alondra madrugadora,
locuela como pluma que viene
y va,
yo soy la campanita que da
la hora.
¡Din, dan, din, dan!
Yo adoro a mi madre querida,
yo adoro a mi padre también,
ninguno me quiere en la vida
como ellos me saben querer.
En esta ocasión se comparte esta reflexión de Albert Einstein , que aunque breve, es un pensamiento que hay que tener en cuenta para expand...