En el siglo XII Europa vivía un momento de auge del comercio. Las ciudades florecía, los caminos se poblaban. Junto a los modestos mercados locales surgían las grandes ferias, crecían los intercambios a larga distancia. Embarcaciones variadas, de distintos tonelajes, surcaban ríos y mares. Viajeros de diversa índole, muchos de ellos peregrinos, alimentaban este ir y venir de gentes, entre las que destacaban los mercaderes. Las grandes ferias de Champaña, las ciudades italianas, las urbes flamencas y los mercados castellanos eran sus principales puntos de destino. Pero las monedas de metal, que constituían el medio de pago, atraían a los piratas y ladrones y eran difíciles de transportar. De ahí surgen los bancos y, por tanto, los banqueros.
Mostrando las entradas con la etiqueta Origen de la Banca. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Origen de la Banca. Mostrar todas las entradas
Banqueros: el nuevo oficio de la Edad Media
Etiquetas:
Bancheri,
Banqueros,
Economía,
Edad Media,
Ferias de Champaña,
Oficio de la Edad Media,
Orfebres,
Origen de la Banca,
Progreso Editorial,
Vive la Economía
Ciudadano del mundo, economista de carrera, bloguero por pasatiempo, docente por situaciones del destino
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
La recomendación del momento
Jorge Ibargüengoitia – Los puercos de Nicolás Mangana
Nicolás Mangana era un campesino pobre pero ahorrativo. Su mayor ilusión era juntar dinero para comprar unos puercos y dedicarse a engordarl...
Lo más popular de la semana
-
En esta entrega de los “queridísimos” trabalenguas, se da una lista de esos ejercitadores de la lengua que tienen a algún elemento de la...
-
La 1° cultura (al menos de la que se tiene un registro) en aparecer en Mesoamérica, y que es conocida como la "cultura madre", es ...
-
La orden hospitalaria de los Betlemitas se fundó a mediados del siglo XVII en Guatemala y su creador fue Pedro de San José de Betancourt...
-
Por toda la casa se esparce un olor agridulce a membrillo, a orejones de calabacita y pera, a pasta de higo y a ejotes pasados por agua que,...
-
¡Qué lindo, vengan a ver qué lindo: en medio de la calle ha caído una estrella;