Pulga o elefante

Si cree que en el mundo de los negocios de hoy le conviene ser grande y pesado, piénselo dos veces.

Charles Handy, el destacado pensador de negocios europeo dice que el mundo no necesita empresarios, sino alquimistas, es decir, magos que superen la inercia de la economia y de las organizaciones tradicionales para hacer que sucedan las grandes cosas. Para sembrar las semillas del futuro.

Handy observa los mercados actuales y ve elefantes y pulgas, así como grandes cambios para los negocios en todo el mundo. En una entrevista que George Peters le realizó, él aclara todo lo anteriormente relacionado.

George Peters: Usted define a la empresa como una comunidad y dice que los trabajadores son "ciudadanos" de la compañía.

Charles Handy: Si los negocios ya no son más "dueños" de la gente que emplean, se deduce que tendrán una clase diferente de relación con ellos. Esa relación es más parecido a la que existe entre un país y sus ciudadanos. Los ciudadanos tienen ciertos derechos: residencia, justicia, libertad de expresión, una participación en la riqueza de la sociedad y alguna opinión sobre la forma en que son gobernados. Trasladado a términos corporativos, el derecho de residencia significaría alguna garantía de empleo. Esto ya no significa un trabajo para toda la vida, pero puedo imaginarme a los empleados haciendo contratos por un período de tiempo concertado.

George Peters: ¿Cómo pueden las organizaciones trabajar de forma más eficiente? 

Charles Handy: No estoy seguro si podemos usar el término eficiencia en la nueva economía. Velocidad, flexibilidad, y transparencia de las comunicaciones han tenido el efecto de dividir al mundo empresarial en lo que llamo elefantes y pulgas. De forma opuesta a como sucedía en las viejas corporaciones, las pulgas son pequeñas, ágiles, creativas, impredecibles y, sobretodo, adaptables. Lo que importa es que entreguen en el tiempo, costo y especificaciones requeridas. Son efectivos más que eficientes. No se trata de hacer las cosas bien sino de hacer bien las cosas que importan.

George Peters: ¿Qué significa esto para el management?

Charles Handy: Lo que creo que quiere saber es cómo opera el modelo de pulgas y cómo puede ser manejado efectivamente. Un ejemplo claro es la industria cinematográfica, donde los pocos elefantes son ciertos estudios que se nutren de pulgas que trabajan en muchos elementos de la película, prosperando en la épocas buenas como en las malas. Una habilidad esencial será encontrar esas pulgas y ensamblar el equipo correcto para realizar el trabajo. A menudo trabajarán en forma remota, desde su casa o desde alguna oficina propia, por eso la confianza es un componente importante de la relación.

George Peters: ¿Cómo cambia esto la forma en que las empresas dirigen a la gente?

Charles Handy: La relación ha cambiado. En la organización basada en la lealtad y el trabajo seguro, los empleados estaban preparados para ceder la propiedad de sus ideas en forma incondicional, pero ese ya no es más el caso. Saben que el activo de las organizaciones se forman mayoritariamente con lo que hay en las cabezas de los empleados. Por eso las pulgas entablan nuevos convenios con los elefantes.

George Peters: Todo tipo de intermediarios están desapareciendo a medida que su rol es cuestionado. ¿Cómo crear valor cuando tantos bienes y servicios son convertidos en commodities?

Charles Handy: Una forma de hacerlo es volcarse a nuevos mercados o pensar los mercados en una nueva forma. Vivimos unos tiempos que requieren una nueva actitud, tipo pulga. Por eso las compañías paquidérmicas desarrollan actividades como capitalistas de riesgo para mantener las pulgas a las que se les ocurren las ideas. Este nuevo modelo de crecimiento consiste en crear diversas oportunidades de negocios en el que las pulgas puedan prosperar y desarrollar sus habilidades gerenciales.

 

Fuente: Entrepeneur