La tarde.
Ruedan las olas frágiles
de los atardeceres
como limpias canciones de mujeres.
La tarde.
Ruedan las olas frágiles
de los atardeceres
como limpias canciones de mujeres.
Un pájaro me despertó con su canto.
Gorjeaba en mi ventana.
Parecía decirme “Ven, asómate”.
¡Y qué hermoso estaba el cielo!
La Ciudad de México es una ciudad que tiene de todo un poco, y siempre es interesante verla en sus manifestaciones artísticas populares, y ...