Papá y mamá noche y día
están los dos trabajando.
Yo voy a clase, y tú, Giang,
te quedas solita en casa.
Hermanita, yo te pido
que no te alejes jugando
de la puerta.
Por toda la casa se esparce un olor agridulce a membrillo, a orejones de calabacita y pera, a pasta de higo y a ejotes pasados por agua que,...