Alegre como alondra madrugadora,
locuela como pluma que viene
y va,
yo soy la campanita que da
la hora.
¡Din, dan, din, dan!
Alegre como alondra madrugadora,
locuela como pluma que viene
y va,
yo soy la campanita que da
la hora.
¡Din, dan, din, dan!
Yo adoro a mi madre querida,
yo adoro a mi padre también,
ninguno me quiere en la vida
como ellos me saben querer.
El Hijo Eterno es el eterno Verbo de Dios. El Hijo Eterno es la expresión perfecta del “primer” pensamiento absoluto e infinito de su Padre ...